Orando y Creyendo
Luchas Tremendas en Oración
Jacob - Entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer.25Cuando ese hombre se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera, y ésta se le dislocó mientras luchaban.26Entonces el hombre le dijo: —¡Suéltame, que ya está por amanecer! —¡No te soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob. 27 —¿Cómo te llamas? —le preguntó el hombre. —Me llamo Jacob —respondió. 28 Entonces el hombre le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los *hombres, y has vencido.
Daniel (10:12-13) - Entonces me dijo: "No tengas miedo, Daniel. Tu petición fue escuchada desde el primer día en que te propusiste ganar entendimiento y humillarte ante tu Dios. En respuesta a ella estoy aquí.13 Durante veintiún días el príncipe de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia.
Abraham - Luego el Señor lo llevó afuera y le dijo: —Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia! 6 Abram creyó al Señor, y el Señor lo reconoció a él como justo.7 Además, le dijo: —Yo soy el Señor, que te hice salir de Ur de los *caldeos para darte en posesión esta tierra. 8 Pero Abram le preguntó: —Señor y Dios, ¿cómo sabré que voy a poseerla? 9 El Señor le respondió: —Tráeme una ternera, una cabra y un
carnero, todos ellos de tres años, y también una tórtola y un pichón de paloma. 10 Abram llevó todos estos animales, los partió por la mitad, y puso una mitad frente a la otra, pero a las aves no las partió.11 Y las aves de rapiña comenzaron a lanzarse sobre los animales muertos, pero Abram las espantaba. 12 Al anochecer, Abram cayó en un profundo sueño, y lo envolvió una oscuridad aterradora.
Jesús en el Jardín ("Estén alerta") - Luego fue Jesús con sus discípulos a un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Siéntense aquí mientras voy más allá a orar.»37 Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a sentirse triste y angustiado.38 «Es tal la angustia que me invade, que me siento morir —les dijo—. Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo.» 39 Yendo un poco más allá, se postró sobre su rostro y oró: «Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo. Pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» 40 Luego volvió adonde estaban sus discípulos y los encontró dormidos. «¿No pudieron mantenerse despiertos conmigo ni una hora? —le dijo a Pedro—.41 Estén alerta y oren para que no caigan en *tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.» 42 Por segunda vez se retiró y oró: «Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad.» 43 Cuando volvió, otra vez los encontró dormidos, porque se les cerraban los ojos de sueño.
Esperando el día de Pentecostés
Ahora voy a enviarles lo que ha prometido mi Padre; pero ustedes quédense en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto. (Lc 24:49)
Una vez, mientras comía con ellos, les ordenó:—No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado:5 Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo. (Hch 1:4)
¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?8 Les digo que sí les hará justicia, y sin demora. No obstante, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe en la tierra?» (Lc 18:7)
Por cuanto confiaban en Dios, clamaron a él en medio del combate, y Dios los ayudó a derrotar a los agarenos y a sus aliados. (1 Crón 5:20)