¿Llevan o no los hijos los pecados de los padres?
Éxodo 20:5; Deuteronomio 5:9 y Deuteronomio 24:16; Ezequiel 18:20
Éxodo 20:5: "No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,"
Deuteronomio 5:9: "No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,"
Éxodo 34:6-7: "Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación."
1ª Corintios 15:22: "Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados."
No lo llevan
Deuteronomio 24:16: "Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado."
Ezequiel 18:20: "El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él."
Éxodo 20:5 se encuentra dentro de los Diez Mandamientos los cuales están establecidos en forma de Pacto. El modelo de pactos entre los soberanos y los vasallos del antiguo Oriente se sigue en estos Mandamientos. Este modelo incluía una introducción por parte de quien estaba haciendo el pacto (Ex 20:2), lo que había hecho quien llevaba a cabo el pacto (20:2), las leyes de ese pacto (20:3-17), sus recompensas (20:6, 12) y castigos respectivos (20:5, 7).
Podemos decir que el Señor "visita" la maldad de los padres sobre sus hijos en tanto que permite que estos sufran las consecuencias de los pecados de aquellos. Así, los pecados de los padres tienen como resultado dolencias tanto físicas como mentales y el sufrimiento de la descendencia de ellos. Por ejemplo, en el caso de un padre drogadicto, éste traspasara a sus hijos pobreza, vergüenza, miseria y no es nada raro que por parte de sus hijos, un fuerte deseo por las drogas. Esta transmisión de mal tiene conformidad a las leyes inflexibles del universo.
En su contraparte, 1ª Corintios 15:22 declara que en Adán aún cuando todos mueren, en "Cristo todos serán vivificados."
Deuteronomio 24:16 está tratando en los versículos del 6 al 19 con las Leyes de justicia. La justicia tenía que ser administrada entre el pueblo Hebreo según la verdad. En este caso, se tenía que castigar solamente a la persona culpable, y no a los miembros inocentes de su familia. Por lo tanto, no existe contradicción entre esto y el juicio divino descrito en el Decálogo (Dt 5:9; Ex 20:5), porque este último no afirma que Dios aflija al inocente. Ezequiel en 18:20 señala que ni el hijo ni el padre serán tenidos como responsables de la iniquidad del otro sino que cada persona es responsable a Dios individualmente. Así, el contexto del segundo grupo de versículos está tratando con el aspecto legal dentro del sistema de la corte Judía. El grupo de versículos anteriores trata con Dios visitando a los descendientes de los rebeldes con su respectiva consecuencia por estos padres pecadores.
Como nota adicional en este tema, existe un concepto Bíblico conocido como la Autoridad Federal, la cual significa que el hombre, en este caso el padre, representa a la familia. Esto lo vemos en Adán y Eva en el Jardín del Edén. Eva fue la primera en comer de la fruta y pecar. Sin embargo, la Biblia declara que el pecado entró al mundo a través de Adán (Romanos 5), no a través de Eva. Adán era la Autoridad Federal de toda la humanidad.
De otro lado, en Hebreos 7:7-10, vemos lo siguiente:
"Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. 8 Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; 10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro."
En los versículos anteriores vemos que Leví, descendiente de Abraham, pagó los diezmos a Melquisedec mientras todavía se encontraba en los lomos ―la semilla― de su padre Abraham, aunque todavía, Leví no había nacido. En otras palabras: Abraham, el padre, representó a sus descendientes. Así como Abraham pago diezmos, así también lo hizo Leví. Por lo tanto, podemos ver el concepto de la Autoridad Federal representado en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Podemos entonces concluir que Dios visitará las iniquidades de los padres sobre sus descendientes debido a que los padres han fallado a ser fieles en su pacto. Pero vemos en los otros versículos una declaración de legalidad en el trato con las personas. No existe por lo tanto, contradicción.