miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Apoya la Biblia la fiesta de Halloween?






                                                    ¿Apoya la Biblia la fiesta de Halloween?

                                  La respuesta que da la Biblia

La Biblia no habla del Halloween. Sin embargo, un análisis del origen de esta celebración y las costumbres relacionadas con ella demuestra que está muy ligada a creencias falsas sobre los muertos y los espíritus malvados, o demonios (vea el subtítulo “El origen del Halloween y sus costumbres”).
Aunque muchas personas consideren que el Halloween es una diversión inofensiva, la verdad es que las prácticas asociadas a esta celebración no lo son. La Biblia dice claramente: “Nadie entre los tuyos deberá [...] servir de médium espiritista o consultar a los muertos” (Deuteronomio 18:10-12, Nueva Versión Internacional). Y también advierte: “No quiero que ustedes tengan algo que ver con los demonios. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor, y también de la copa de los demonios” (1 Corintios 10:20, 21, Reina-Valera Contemporánea).

El origen del Halloween y sus costumbres

  1. Samhain. Según el libro Mitos celtas, de la profesora Miranda Green, se creía que durante la fiesta pagana de Samhain —la cual se celebraba hace más de dos mil años— “los espíritus del Más Allá podían recorrer la tierra y los humanos podían visitar el mundo de los muertos”. Y añade: “La tradición de Samhain ha sobrevivido en los tiempos modernos en las fiestas de Hallow’een y del Día de Difuntos”. Ahora bien, la Biblia enseña que los muertos “no tienen conciencia de nada en absoluto” (Eclesiastés 9:5). Por tanto, no pueden interactuar con los vivos.
  2. Disfraces, golosinas, regalos y travesuras. Según un libro sobre el origen de la celebración del Halloween en Estados Unidos, algunos celtas se disfrazaban de criaturas sobrenaturales para que los espíritus que deambulaban por la tierra creyeran que ellos también eran espíritus y no les hicieran maldades (Halloween—An American Holiday, An American History). Otros pretendían apaciguarlos ofreciéndoles dulces. En la Europa medieval, el clero católico terminó adoptando muchas costumbres paganas y animó a sus feligreses a disfrazarse en la víspera del día de Todos los Santos e ir por las casas pidiendo pequeños regalos a cambio de una oración por los difuntos. Pero la Biblia prohíbe mezclar las creencias paganas con el culto al Dios verdadero (2 Corintios 6:17).
  3. Fantasmas, vampiros, hombres lobo, brujas y zombis. A estos personajes siempre se les ha relacionado con los espíritus malignos . Y la Biblia dice claramente que debemos luchar contra tales espíritus (Efesios 6:12). Así que no estaría bien hacerles una fiesta.
  4. Faroles hechos con calabazas. Durante la Edad Media, en Gran Bretaña se acostumbraba “ir casa por casa pidiendo comida a cambio de una oración a favor de algún difunto”. Los suplicantes llevaban “faroles que consistían en nabos ahuecados, cuya vela evocaba al alma atrapada en el purgatorio” (Halloween—From Pagan Ritual to Party Night). Hay también quienes afirman que tales faroles se usaban para espantar a los malos espíritus. Ya en el siglo XIX, en América del Norte se sustituyeron los nabos por calabazas, pues eran más fáciles de conseguir, ahuecar y tallar. Estas costumbres se basan en creencias que carecen de fundamento bíblico, como aquella de que el alma es inmortal, que existe el purgatorio y que hay que orar por los muertos (Ezequiel 18:4).