lunes, 26 de junio de 2017
Libro de Efesios
Efesios 1:1 identifica al autor del libro de Efesios como el apóstol Pablo.
Fecha de su Escritura: El Libro de Efesios fue escrito muy probablemente entre el 60—63 d.C.
Propósito de la Escritura: Pablo deseaba que todos los que anhelaban una madurez a semejanza de Cristo recibieran este escrito. El libro de Efesios describe la disciplina necesaria para convertirse en verdaderos hijos de Dios. Por otra parte, un estudio de Efesios ayudará a fortalecer y establecer al creyente, para poder cumplir con el propósito y llamado que Dios tenga para él. El objetivo de esta epístola es confirmar y equipar a una iglesia madura. Aquí se presenta una perspectiva balanceada del cuerpo de Cristo y su importancia en la economía de Dios.
Versos Clave: Efesios 1:3, “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”
Efesios 2:8-10, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Efesios 4:4-6, “Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.”
Efesios 5:21, “Someteos unos a otros en el temor de Dios.”
Efesios 6:10-11, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
Breve Resumen: La doctrina ocupa una gran parte del libro de Efesios. La mitad de la enseñanza en esta epístola describe nuestra posición en Cristo, y el recordatorio de ello afecta nuestra condición. Con mucha frecuencia aquellos que enseñan de este libro, pasan por alto toda la instrucción fundamental y van directamente al capítulo final. Este es el capítulo que enfatiza la guerra o la lucha de los santos. Sin embargo, para beneficiarse totalmente del contenido de esta epístola, uno debe comenzar por la enseñanza inicial de Pablo en esta carta.
Primero, como seguidores de Cristo, debemos entender plenamente quienes declara Dios que somos. También debemos estar cimentados en el conocimiento de lo que Dios ha realizado por toda la humanidad. En seguida, debemos ejercitar y fortalecer nuestra existencia y caminar actual. Esto debe continuar hasta que ya no seamos fluctuantes y nos dejemos llevar de aquí para allá por cualquier viento de doctrina y por sutilezas de hombres.
La escritura de Pablo se divide en tres segmentos principales (1) En los capítulos del uno al tres, introduce los principios con respecto a lo que Dios ha hecho. (2) En los capítulos cuatro y cinco, expone cuatro principios respecto a nuestra presente existencia. (3) El capítulo seis presenta los principios concernientes a nuestra lucha diaria.
Conexiones: El enlace principal de Efesios con el Antiguo Testamento, está en el sorprendente concepto de la iglesia (para los judíos) como el cuerpo de Cristo (Efesios 5:32). Este asombroso misterio (una verdad no antes revelada) de la iglesia, es que “los gentiles son herederos juntamente con Israel - todos unidos como miembros de un cuerpo, y que conjuntamente comparten la promesa de Jesucristo” (Efesios 3:6). Este era un misterio totalmente escondido de los santos del Antiguo Testamento (Efesios 3:5, 9). Los israelitas que eran verdaderos seguidores de Dios, siempre creyeron que solo ellos eran el pueblo elegido de Dios (Deuteronomio 7:6). El aceptar a los gentiles en un estatus igual en este nuevo paradigma, fue extremadamente difícil y causó muchas disputas entre los creyentes judíos y gentiles convertidos. Pablo también habla del misterio de la iglesia como la “novia de Cristo,” un concepto nunca antes escuchado en el Antiguo Testamento.
Aplicación Práctica: Tal vez más que en ningún otro libro de la Biblia, el libro de Efesios enfatiza la conexión entre la sana doctrina y la práctica correcta en la vida cristiana. Hay demasiada gente que ignora la “teología” y en vez de conocerla, solo quiere discutir cosas que sean “prácticas.” En Efesios, Pablo argumenta que la teología es práctica. A fin de vivir en la práctica la voluntad de Dios para nuestras vidas, debemos entender primeramente quienes somos doctrinalmente en Cristo.