miércoles, 31 de mayo de 2017
"¿Cuáles son las señales del fin de los tiempos?"
Mateo 24:5-8 nos da importantes pistas para que podamos discernir la aproximación del fin de los tiempos, “Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo; Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” Un incremento en falsos Mesías, un incremento en guerras, un incremento en hambrunas, plagas y desastres naturales – estos acontecimientos son “señales” del fin de los tiempos. Aún en este pasaje, estamos siendo advertidos; no debemos dejarnos engañar (Mateo 24:4), porque estos eventos son sólo el principio de los dolores de parto (Mateo 24:8). El fin está aún por venir (Mateo 24:6).
Muchos intérpretes señalan cada terremoto, cada agitación política, y cada ataque sobre Israel como una señal segura de que el fin de los tiempos se acerca rápidamente. Mientras que estos eventos son señales de que el fin de los tiempos se aproxima, no son necesariamente indicadores de que el final ha llegado. El apóstol Pablo advierte que en los últimos días habrá un marcado incremento de falsas enseñanzas. “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.” (1 Timoteo 4:1). Los últimos días son descritos como “tiempos peligrosos” por el incremento en el carácter maligno del hombre y la gente que conscientemente “resistirán la verdad” (2 Timoteo 3:1-9; 4:3-4, ver también 2 Tesalonicenses 2:3).
Otras posibles señales incluyen la reconstrucción del templo judío en Jerusalén, un incremento en la hostilidad hacia Israel, y sucesos encaminados a un gobierno mundial. La señal más prominente del fin de los tiempos, sin embargo es la nación de Israel. En 1948, Israel fue reconocido como un estado soberano por primera vez desde el año 70 d.C. Dios prometió a Abraham que su descendencia poseería la tierra de Canaán como “heredad perpetua” (Génesis 17:8), y Ezequiel profetizó una resurrección física y espiritual de Israel (Ezequiel 37). El tener a Israel como nación en su propia tierra, es importante a la luz de la profecía del fin de los tiempos, por la prominencia de Israel dentro de la escatología (Daniel 10:14, 11:41; Apocalipsis 11:8).
Con estas señales en mente, podemos ser sabios y discernir al considerar la expectación del fin de los tiempos. Sin embargo, no debemos de ninguna manera interpretar ninguno de estos eventos singulares como una clara indicación de la pronta llegada del fin. Dios nos ha dado suficiente información para que podamos estar preparados, pero no la suficiente para que podamos volvernos arrogantes.
"¿Qué es lo que pasará de acuerdo a la profecía del fin del mundo?"
La Biblia tiene mucho que decir acerca del fin del mundo. Casi todos los libros de la Biblia contienen profecía respecto al final de los tiempos. Hablar sobre todas estas profecías y organizarlas puede resultar difícil. Pero, he aquí un breve sumario de lo que la Biblia declara que pasará al final de los tiempos.
Cristo se llevará del mundo a todos los creyentes “nacidos de nuevo” que son parte de la Iglesia (Los Santos del Nuevo Testamento) en un evento conocido como el Arrebatamiento (1 Tesalonicenses 4:13-18; 1 Corintios 15:51ss.) Ante el Tribunal de Cristo, estos creyentes serán recompensados por sus buenas obras y servicio durante su tiempo en la tierra, o perderán su recompensa por su falta de servicio y obediencia, aunque no la vida eterna (1 Corintios 3:11-15; 2 Corintios 5:10).
El anticristo (la bestia) vendrá con poder y firmará un tratado de paz (pacto) con Israel por siete años (Daniel 9:27). Este período de siete años es conocido como la Tribulación. Durante la Tribulación, habrá guerras terribles, hambrunas, plagas y desastres naturales. Dios derramará toda Su ira contra el pecado, la vileza y la maldad. Los cuatro jinetes del Apocalipsis, los siete sellos, las siete trompetas y las copas de ira tendrán lugar durante la Tribulación.
A la mitad de los 7 años, el anticristo romperá el pacto de paz con Israel y les hará la guerra. El anticristo se convertirá en la abominación desoladora y se hará una imagen de él mismo para ser adorada en el templo (Daniel 9:27; 2 Tesalonicenses 2:3-10). La segunda mitad de la tribulación es conocida como la Gran Tribulación y el tiempo de angustia para Jacob.
Al final de los siete años de Tribulación, el anticristo lanzará un ataque final sobre Jerusalén, culminando en la Batalla del Armagedón. Jesucristo regresará, destruirá al anticristo y sus ejércitos y los lanzará al lago de fuego (Apocalipsis 19:11-21). Cristo entonces atará a Satanás en el abismo por 1000 años y gobernará Su reino terrenal por estos 1000 años (Apocalipsis 20:1-6).
Al final de los 1000 años, Satanás será soltado, derrotado nuevamente, y lanzado al lago de fuego y azufre por toda la eternidad (Apocalipsis 20:7-10). Cristo entonces juzgará a los incrédulos (Apocalipsis 20:10-15) en el Juicio del Gran Trono Blanco, echándolos a todos al lago de fuego. Entonces Cristo creará Nuevos Cielos y Nueva Tierra que será la morada eterna de los creyentes. No habrá más pecado, ni dolor, o muerte. También, la Nueva Jerusalén descenderá del cielo (Apocalipsis 21:22).
"¿Cuáles son los pasos para la salvación?"
Mucha gente está buscando los “pasos para la salvación”. A la gente le gusta la idea de un manual instructivo con cinco pasos que, si uno los sigue, resultarán en la salvación. Un ejemplo de esto es el Islam con sus Cinco Pilares. Según el Islam, si los Cinco Pilares son obedecidos, la salvación es otorgada. Y porque la idea de un proceso paso a paso a la salvación es atrayente, muchos de la comunidad cristiana cometen el error de presentar la salvación como resultado de un proceso de paso por paso. El catolicismo romano tiene sus siete sacramentos. Varias denominaciones cristianas agregan el bautismo, la confesión pública, el apartarse del pecado, el hablar en lenguas, etc. como pasos a la salvación. Pero la Biblia solo presenta un paso a la salvación. Cuando el carcelero de Filipos le preguntó a Pablo, “¿Qué debo hacer para ser salvo?” Pablo respondió, “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo”. (Hechos 16:30-31).
La fe en Jesucristo como Salvador es el único “paso” a la salvación. El mensaje de la Biblia es abundantemente claro. Todos hemos pecado contra Dios (Romanos 3:23). Y como resultado de nuestro pecado, merecemos ser separados de Dios eternamente (Romanos 6:23). Como resultado de su amor por nosotros, (Juan 3:16), Dios tomó la forma humana y murió en nuestro lugar, tomando así el castigo que nosotros merecemos (Romanos 5:8; 2 Corintios 5:21). Dios promete el perdón de los pecados y la vida eterna en el cielo a todos los que reciben a Jesucristo como su Salvador, por gracia, por medio de la fe. (Juan 1:12; 3:16; 5:24; Hechos 16:31).
"¿Qué significa aceptar a Jesús como su Salvador personal?"
¿Alguna vez ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal? Antes de responder, permítame explicar la pregunta. Para entender bien esta pregunta, primero usted debe entender el significado de las palabras “Jesucristo,” “Salvador” y “personal.”
¿Quién es Jesucristo? Mucha gente reconocerá a Jesucristo como un buen hombre, un gran maestro, o aún un profeta de Dios. Estas cosas son definitivamente ciertas de Jesús, pero ellas en realidad no definen quién es Él. La Biblia nos dice que Jesús es Dios en carne, que Él llegó a ser un ser humano (vea Juan 1:1,14). Jesús vino a la tierra para enseñar, sanar, corregir, y perdonarnos, y aun más, para morir por nosotros. Jesucristo es Dios, el Creador, el Señor Soberano. ¿Ha creído usted en este Jesús?
¿Qué es un Salvador y por qué necesitamos un Salvador? La Biblia nos dice que todos hemos pecado, hemos cometido actos malvados (Romanos 3:10-18). Como resultado de nuestro pecado, somos merecedores de la ira y el juicio de Dios. El único castigo justo por pecados cometidos contra un Dios infinito y eterno, es un castigo infinito (Romanos 6:23; Apocalipsis 20:11-15). ¡Esa es la razón por la cual necesitamos un Salvador!
Jesucristo, vino a la tierra y murió en nuestro lugar. La muerte de Jesús, como Dios en la carne, fue un pago infinito por nuestros pecados (2ª Corintios 5:17). Jesús murió para pagar la penalidad por nuestros pecados (Romanos 5:8). Jesús pagó el precio para que nosotros no lo tuviésemos que hacer. La resurrección de Jesús de entre los muertos probó que Su muerte fue suficiente para pagar la penalidad por nuestros pecados. ¡Esa es la razón por la cual Jesús es el único Salvador! (Juan 14:6; Hechos 4:12) ¿Está usted confiando en Jesús como su Salvador?
¿Es Jesús su Salvador “personal”? Mucha gente ven al Cristianismo como el asistir a la iglesia, la celebración de rituales, o el no cometer ciertos pecados. Pero eso no es el Cristianismo. El verdadero Cristianismo es una relación personal con Jesucristo. Aceptar a Jesús como su Salvador personal es poner su fe y confianza personalmente en El. Ninguno es salvo por la fe de otros. Nadie es perdonado por hacer ciertas obras. El único camino para ser salvo, es aceptando personalmente a Jesús como su Salvador, confiando en Su muerte como pago por sus pecados, y en Su resurrección como su garantía de la vida eterna (Juan 3:16). ¿Es Jesús personalmente su Salvador?
"¿Cuáles son las Cuatro Leyes Espirituales?"
Las Cuatro Leyes Espirituales son una manera de compartir las buenas nuevas de salvación disponible por la fe en Jesucristo. Es una manera simple de organizar la información importante en el Evangelio en cuatro puntos.
La primera de las Cuatro Leyes Espirituales es “Dios le ama y tiene un plan maravilloso para su vida”. Juan 3:16 nos dice, “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Juan 10:10 nos da la razón por la que vino Jesús. “He venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. ¿Qué nos impide experimentar el amor de Dios? ¿Qué nos impide tener una vida abundante?
La segunda de las Cuatro Leyes Espirituales es, “La humanidad está contaminada por el pecado, y por tanto está separada de Dios. Como resultado, no podemos conocer el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas”. Romanos 3:23 afirma esta información, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”. Romanos 6:23 nos da las consecuencias del pecado, “Porque la paga del pecado es muerte”. Dios nos creó para que tuviésemos compañerismo con Él. Sin embargo, la humanidad trajo el pecado al mundo, y por tanto, está separada de Dios. Hemos arruinado la relación que Dios quería que tuviéramos con El. ¿Cuál es la solución?
La tercera de las Cuatro Leyes Espirituales es, “Jesucristo es la única provisión de Dios para nuestro pecado. A través de Jesucristo, podemos tener nuestros pecados perdonados y restaurar una verdadera relación con Dios”. Romanos 5:8 nos dice, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. 1ª Corintios 15:3-4 nos informa lo que necesitamos saber y creer para ser salvos, “…que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras, y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras…” En Juan 14:6, Jesús mismo declara que Él es el único camino a la salvación, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. ¿Cómo puedo recibir este maravilloso don de la salvación?
La cuarta de las Cuatro Leyes Espirituales es, “Debemos poner nuestra fe en Jesucristo como Salvador, a fin de recibir el don de la salvación y conocer el maravilloso plan de Dios para nuestras vidas”. Juan 1:12 describe esto para nosotros, “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Hechos 16:31 lo dice muy claro, “¡Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo!” Podemos ser salvos solamente por gracia, solamente a través de la fe, y solamente en Jesucristo (Efesios 2:8-9).
"¿Cuál es para mí la religión verdadera?"
Los restaurantes de comida rápida nos tientan, al permitirnos ordenar nuestra comida exactamente como queremos. Algunas cafeterías alardean acerca de cientos de sabores diferentes y variaciones de café. Aún cuando compramos casas y carros, podemos buscar uno con todas las opciones y características deseadas. Ya no vivimos en un mundo de chocolate, vainilla y frutilla. ¡La selección es el rey! Usted puede encontrar casi todo lo que quiera de acuerdo con sus propios gustos y necesidades personales.
Así que, ¿qué le parece una religión que sea justo para usted? ¿Qué le parece una religión libre de culpa, que no haga demandas, y que no esté cargada de un montón de reglas molestas de lo que uno debe o no debe hacer? Está ahí, justo como lo he descrito, pero ¿es la religión algo para ser escogido como un sabor favorito de helado?
Hay un montón de voces compitiendo por nuestra atención, entonces ¿por qué uno debería considerar a Jesús superior a, digamos, Mahoma, Confucio, Buda, Charles Taze Russell, o Joseph Smith? Después de todo, ¿no conducen todos los caminos al cielo? ¿No son todas las religiones básicamente iguales? La verdad es que no todas las religiones conducen al cielo, así como no todos los caminos conducen a Roma.
Sólo Jesús habla con la autoridad de Dios, porque sólo Jesús venció la muerte. Mahoma, Confucio, y los otros, se desmoronan en sus tumbas hasta hoy mismo, pero Jesús, por Su propio poder, abandonó la tumba tres días después de morir sobre una cruel cruz romana. Cualquiera que tenga el poder sobre la muerte, merece su atención. Cualquiera que tenga el poder sobre la muerte merece ser escuchado.
La evidencia que acredita la resurrección de Jesús es arrolladora. Primero, ¡Hubo sobre quinientos testigos oculares del Cristo resucitado! Eso es un montón de testigos oculares. Quinientas voces no pueden ser ignoradas. ¡También está el asunto de la tumba vacía; los enemigos de Jesús fácilmente pudieron haber detenido todo lo que se hablaba acerca de la resurrección al presentar su cuerpo muerto y descompuesto, pero no hubo un cuerpo para presentar! ¡La tumba estaba vacía! ¿Pudieron los discípulos haber robado su cuerpo? Difícilmente. Para prevenir tal eventualidad, la tumba de Jesús había estado fuertemente resguardada por soldados armados. Considerando que sus seguidores más cercanos por temor habían huido en Su arresto y crucifixión, es muy poco probable que este pobre conjunto de pescadores atemorizados se hubiera enfrentado mano a mano a entrenados soldados profesionales. ¡El hecho simple es que la resurrección de Jesús no puede dar explicación!
Nuevamente, cualquiera que tiene poder sobre la muerte, merece ser escuchado. Jesús probó Su poder sobre la muerte, por tanto, necesitamos escuchar lo que dice. Jesús afirma ser el único camino hacia la salvación (Juan 14:6). El no es un camino; El no es uno de muchos caminos. Jesús es el camino.
Y este mismo Jesús dice, “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28) Este es un mundo fatigoso y la vida es difícil. La mayoría de nosotros estamos bastante sufridos, heridos, y deteriorados. ¿Está de acuerdo? Así que, ¿qué es lo que quiere? ¿Un restablecimiento o una mera religión? ¿Un Salvador viviente o uno de muchos “profetas” muertos? ¿Una relación significativa o rituales vacíos? Jesús no es una elección - ¡Él es la elección!
Si usted está buscando perdón, Jesús es la verdadera “religión” (Hechos 10:43). Jesús es la verdadera religión si usted está buscando una relación significativa con Dios (Juan 10:10). Jesús es la “religión” verdadera si usted está buscando un hogar eterno en el Cielo (Juan 3:16). Ponga su fe en Jesucristo como su Salvador. ¡No lo lamentará! Confíe en Él para el perdón de sus pecados. ¡No quedará decepcionado!
martes, 30 de mayo de 2017
"¿Qué es el Cristianismo y qué creen los Cristianos?"
1ª Corintios 15:1-4 dice, “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.”
En pocas palabras, esa es la creencia del Cristianismo. El Cristianismo es único entre todas las otras expresiones de fe, porque el Cristianismo trata más acerca de una relación, que de una práctica religiosa. En lugar de adherirse a una lista de lo que “debe y lo que no debe hacerse”, la meta de un Cristiano es cultivar un caminar cercano con Dios el Padre. Esa relación se ha hecho posible por la obra de Jesucristo, y el ministerio en la vida del Cristiano por el Espíritu Santo.
Los Cristianos creen que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada, infalible, y que su enseñanza es la autoridad final (2ª Timoteo 3:16, 2ª Pedro 1:20-21). Los cristianos creen en un Dios que existe en tres personas, el Padre, el Hijo (Jesucristo), y el Espíritu Santo.
Los Cristianos creen que la humanidad fue creada específicamente para tener una relación con Dios, pero que el pecado separa de Dios a todo hombre (Romanos 5:12, Romanos 3:23). El Cristianismo enseña que Jesucristo caminó por esta tierra, completamente Dios y hombre (Filipenses 2:6-11), y murió sobre la cruz. Los Cristianos creen que después de Su muerte en la cruz, Cristo fue enterrado, resucitó, y ahora vive a la diestra del Padre, intercediendo por los creyentes para siempre (Hebreos 7:25). El Cristianismo proclama que la muerte de Jesús en la cruz fue suficiente para pagar completamente la deuda del pecado que tenían todos los hombres, y esto es lo que restaura la relación rota entre Dios y el hombre (Hebreos 9:11-14, Hebreos 10:10, Romanos 6:23, Romanos 5:8).
A fin de ser salvo, uno simplemente debe poner enteramente su fe en la obra completa de Cristo en la cruz. Si alguien cree que Cristo murió en su lugar, pagó el precio de sus pecados, y resucitó, entonces la persona es salva. No hay nada que alguien pueda hacer para ganar la salvación. Nadie puede ser “lo suficientemente bueno” para agradar a Dios por sí mismo, porque todos somos pecadores (Isaías 64:6-7, Isaías 53:6). En segundo lugar, no hay nada más que se deba hacer, porque ¡Cristo ha hecho toda la obra! Cuando estuvo en la cruz, Jesús dijo “Consumado es” (Juan 19:30).
Como no hay nada que uno pueda hacer para ganar la salvación, una vez que ha puesto su confianza en la obra de Cristo en la cruz, tampoco hay nada que pueda hacer para perder su salvación. Recuerde, ¡la obra fue hecha y completada por Cristo! ¡Nada acerca de la salvación depende del que la recibe! Juan 10:27-29 declara “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni ningún (hombre) las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio (a ellas), es mayor que todos, y ningún (hombre) las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
Algunos pueden pensar, “¡Esto es grandioso – una vez que soy salvo, simplemente puedo hacer lo que me agrada, y no pierdo mi salvación!” Pero la salvación no se trata de ser libre a fin de hacer lo que a uno le agrada. La Salvación es liberarse de tener que servir a la vieja naturaleza pecaminosa, y ser liberado para ejercer una correcta relación con Dios. Mientras los creyentes vivan en esta tierra en sus cuerpos pecaminosos, habrá una lucha constante de sucumbir al pecado. Vivir en pecado dificulta la relación que Dios busca tener con la humanidad, y mientras uno viva en pecado como un creyente, no va a disfrutar de la relación que Dios intenta tener con el. Sin embargo, los Cristianos pueden tener victoria sobre la lucha con el pecado al estudiar y aplicar la Palabra de Dios (la Biblia) en sus vidas, y ser controlados por el Espíritu Santo – que es, someterse a la influencia del Espíritu, con éste a la cabeza en cualquier circunstancia, y obedecer la Palabra de Dios a través del Espíritu.
De manera que, mientras muchos sistemas religiosos requieren que una persona haga o no ciertas cosas, el Cristianismo se trata de tener una relación con Dios. El Cristianismo se trata de creer que Cristo murió en la cruz como pago por pecado, y que también resucitó. La deuda de su pecado ha sido pagada y puede tener compañerismo con Dios. Usted puede tener victoria sobre su naturaleza pecaminosa y caminar en compañerismo y obediencia con Dios. Ese es el verdadero Cristianismo bíblico.
"¿Cuál es la importancia de la Cena del Señor / Comunión Cristiana?"
Un estudio de la Cena del Señor es una experiencia que estremece el alma por el profundo significado que representa. Fue durante la antigua celebración de la Pascua, en la tarde de Su muerte que Jesús le dio el nuevo significado de “comida en hermandad” que observamos en nuestros días, y es la más alta expresión de la adoración cristiana. Es un “acto independiente del sermón,” donde recordamos la muerte y resurrección del Señor, mirando hacia el futuro, esperando Su regreso en gloria.
La Pascua era la festividad anual más sagrada de la religión judía. Conmemoraba la última plaga en Egipto, cuando los primogénitos de los egipcios murieron y los israelitas fueron perdonados por la sangre del cordero que fue rociada en los postes de sus puertas. El cordero entonces fue asado y comido con pan sin levadura. El mandato de Dios era que esta festividad fuera celebrada a través de todas las generaciones futuras. La historia es recordada en Éxodo 12.
Durante la celebración, Jesús y Sus discípulos cantaron juntos uno o más de los Salmos Aleluya (Salmos 111 – 118). Jesús, tomando la hogaza de pan, dio gracias a Dios. Mientras partía el pan y se los daba, Él dijo, “Tomad, comed; esto es Mi cuerpo que por vosotros es partido.” Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado. Les dio la copa, y bebiendo ellos de ella, Él dijo; “Esta copa es el Nuevo Pacto en Mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis en memoria de Mí.” Después Él concluyó la fiesta cantando un himno y todos salieron esa noche al Monte de los Olivos. Fue ahí donde Jesús fue traicionado por Judas, como se predijo. El día siguiente Él fue crucificado.
Los relatos de la Cena del Señor se encuentran en los Evangelios de Mateo 26:26-29, Marcos 14:17-25, Lucas 22:7-22, y Juan 13:21-30. El apóstol Pablo escribió sobre la Cena del Señor, por revelación divina, en 1 Corintios 11:23-29. (Esto fue porque Pablo, desde luego, no estuvo en el aposento alto cuando Cristo la instituyó.) Pablo incluye una declaración que no se encuentra en los Evangelios: “De manera que cualquiera que comiere de este pan o bebiere de esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.” (11:27-29) Podríamos preguntar qué significa el participar del partimiento del pan y de la copa “de manera indigna”. Puede significar el tomar con indiferencia el verdadero significado del pan y de la copa, olvidando el tremendo precio que nuestro Salvador pagó por nuestra salvación. O puede significar el permitir que la ceremonia se vuelva un ritual muerto y rutinario, o venir a la Mesa con un pecado inconfeso. Para guardar la instrucción de Pablo, cada uno debe examinarse a sí mismo antes de comer del pan y beber de la copa, tomando en cuenta la advertencia.
Otra declaración que hace Pablo, y que no está incluida en los Evangelios es, “Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que Él venga.” (1 Corintios 11:26) Esto establece un tiempo límite para la ceremonia – hasta que Él venga. De estas breves declaraciones, aprendemos cómo utilizó Jesús dos de los elementos más frágiles como símbolos de Su cuerpo y sangre, y los instituyó como un monumento a Su muerte. No fue un monumento de mármol tallado o figuras de bronce, sino de pan y jugo de uva.
Él declaró que el pan simbolizaba Su cuerpo, el cual sería partido – ningún hueso Suyo fue quebrado, pero Su cuerpo fue tan terriblemente flagelado que apenas era reconocible (Salmo 22:12-17; Isaías 53:4-7). El jugo de uva hablaba de Su sangre, indicando la terrible muerte que en breve Él experimentaría. Él, el perfecto Hijo de Dios, se convirtió en el cumplimiento de incontables profecías del Antiguo Testamento concernientes al Redentor. (Génesis 3:15; Salmo 22; Isaías 53, etc.) Cuando Él dijo: “Haced esto en memoria de Mí”, Jesús indicó que esta era una ceremonia que debía ser practicada en el futuro. También indicaba que la Pascua, que requería la muerte de un cordero y señalaba al futuro la venida del Cordero de Dios que quitaría el pecado del mundo, era ahora obsoleta. El Nuevo Pacto tomó su lugar cuando Cristo, el Cordero de Pascua, fue sacrificado (1 Corintios 5:7; Hebreos 8:8-13). Este sistema sacrificial ya no era necesario (Hebreos 9:25-28).
"¿Cuál es la importancia del bautismo cristiano?"
El bautismo cristiano de acuerdo con la Biblia, es un testimonio externo de lo que ha ocurrido internamente en la vida de un creyente. Este ilustra la identificación de un creyente con la muerte de Cristo, Su entierro y Su resurrección.
La Biblia declara, “¿Acaso no saben ustedes que todos los que fuimos bautizados para unirnos con Cristo Jesús, en realidad fuimos bautizados para participar en Su muerte? Por tanto, mediante el bautismo fuimos sepultados con él en Su muerte, a fin de que, así como Cristo resucitó por el poder del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva” (Romanos 6:3-4 NVI). En el bautismo cristiano, la acción de ser sumergido en el agua, representa ser sepultado con Cristo. La acción de salir del agua representa la resurrección de Cristo.
En el bautismo cristiano deberían haber dos requisitos antes de que una persona sea bautizada: (1) la persona que está siendo bautizada debe haber confiado en Jesucristo como Salvador, y (2) la persona debe entender lo que significa el bautismo. Si una persona conoce al Señor Jesús como Salvador, entiende que el bautismo cristiano es un paso de obediencia al proclamar públicamente su fe en Cristo, y su deseo de ser bautizado – entonces no hay razón para impedir de ser bautizado al creyente.
De acuerdo con la Biblia, el bautismo cristiano es simplemente un paso de obediencia, una proclamación pública de la fe que uno profesa en Cristo solamente para salvación. El bautismo cristiano es importante porque es un paso de obediencia – una declaración pública de la fe en Cristo y compromiso con El, una identificación con la muerte de Cristo, Su entierro y Su resurrección.
"¿Cuál es el propósito de la iglesia?"
Hechos 2:42 puede ser considerado como una declaración del propósito de la iglesia, “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y las oraciones.” Así que, de acuerdo a esta Escritura, el propósito o actividades de la iglesia deben ser; (1) Enseñar la doctrina bíblica, (2) proveer un lugar de convivencia para los creyentes, (3) celebrar la Cena del Señor, y (4) orar.
La iglesia está para enseñar la doctrina Bíblica, a fin de que podamos ser arraigados en nuestra fe. Efesios 4:14 nos dice, “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagemas de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error.” La iglesia está para ser un lugar de compañerismo, donde los cristianos puedan convivir fraternalmente y honrarse unos a otros (Romanos 12:10), instruirse unos a otros (Romanos 15:14), ser benignos y misericordiosos unos con otros (Efesios 4:32), animarse unos a otros (1 Tesalonicenses 5:11), y lo más importante, amarse unos a otros (1 Juan 3:11).
La iglesia está para ser un lugar donde los creyentes puedan celebrar la Cena del Señor, recordando la muerte de Cristo y Su sangre derramada por nosotros (1 Corintios 11:23-26). El concepto de “partir el pan” (Hechos 2:42) también conlleva la idea de comer juntos. Este es otro ejemplo del compañerismo promovido por la iglesia. El propósito final de la iglesia, de acuerdo a Hechos 2:42 es orar. La iglesia es un lugar que promueve la oración, enseña la oración, y practica la oración. Filipenses 4:6-7 nos anima a hacerlo, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Otra “comisión” dada a la iglesia es el proclamar el Evangelio para la Salvación, a través de Jesucristo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). La iglesia es llamada a compartir fielmente el Evangelio a través de su palabra y hechos. La iglesia está para ser un “faro de luz” en la comunidad – guiando a la gente hacia nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La iglesia está tanto para promover el Evangelio como para preparar a sus miembros a proclamarlo (1 Pedro 3:15).
Algunos propósitos finales de la iglesia son dados en Santiago 1:27, donde leemos “La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.” La iglesia está para ministrar a aquellos que están en necesidad. Esto incluye no sólo el compartir el Evangelio, sino también proveer para sus necesidades físicas (comida, ropa, hospedaje) como sea necesario y apropiado. La iglesia está también para equipar a los creyentes en Cristo con las herramientas que ellos necesitan para vencer al pecado y permanecer libres de la contaminación del mundo. Esto es logrado por los principios dados anteriormente -- enseñanza bíblica y compañerismo cristiano.
Así que, con todo lo que hemos dicho, ¿cuál es el propósito de la iglesia? Me gusta la ilustración en 1 Corintios 12:12-27. La iglesia es el “cuerpo” de Dios – somos Sus manos, boca y pies en este mundo. Estamos para hacer las cosas que Jesucristo haría si Él estuviera aquí físicamente en el mundo. La iglesia está para ser “cristiana” --- es decir, “como Cristo” --- y para ser seguidores de Cristo.
lunes, 29 de mayo de 2017
"¿Quién es el Espíritu Santo?"
Hay muchos conceptos erróneos sobre la identidad del Espíritu Santo. Algunos ven al Espíritu Santo como una fuerza mística. Otros entienden al Espíritu Santo, como el poder impersonal que Dios pone a disposición para los seguidores de Cristo. ¿Qué dice la Biblia acerca de la identidad del Espíritu Santo? Dicho de una manera sencilla, la Biblia dice que el Espíritu Santo es Dios. La Biblia también nos dice que el Espíritu Santo es una Persona, un Ser con una mente, emociones, y una voluntad.
El hecho de que el Espíritu Santo es Dios, es visto claramente en muchas partes de las Escrituras, incluyendo Hechos 5:3-4. En este versículo, Pedro confronta a Ananías por haber mentido al Espíritu Santo, y le dice que él “no había mentido a los hombres sino a Dios”. Es una clara declaración de que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios. También podemos saber que el Espíritu Santo es Dios, porque El posee los atributos o características de Dios. Por ejemplo, el hecho de que el Espíritu Santo es omnipresente, lo vemos en Salmos 139:7-8 “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás”. Luego, en 1ª Corintios 2:10 vemos la característica de la omnisciencia del Espíritu Santo. “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios”. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.”
Podemos conocer que el Espíritu Santo es en verdad una Persona, porque El posee una mente, emociones y una voluntad. El Espíritu Santo piensa y sabe (1ª Corintios 2:10). El Espíritu Santo puede ser afligido (Efesios 4:30) El Espíritu intercede por nosotros (Romanos 8:26-27). El Espíritu Santo hace decisiones de acuerdo con Su voluntad (1ª Corintios 12:7-11). El Espíritu Santo es Dios, la tercera “Persona” de la Trinidad. Como Dios, el Espíritu Santo puede funcionar verdaderamente como Consejero y Consolador, tal como lo prometió Jesús. (Juan 14:16, 26; 15:26).
"¿Cómo puedo vencer el pecado en mi vida cristiana?"
La Biblia habla de los recursos que tenemos para vencer nuestra pecaminosidad:
(1) El Espíritu Santo – El Espíritu Santo es un don que Dios nos ha dado (a Su iglesia) para ser victoriosos en el vivir cristiano. En Gálatas 5:16-25, Dios hace un contraste entre las acciones de la carne y el fruto del Espíritu. En ese pasaje, somos llamados a caminar en el Espíritu. Todos los creyentes ya poseen el Espíritu Santo, pero este pasaje nos dice que necesitamos caminar en el Espíritu, dejando bajo Su control nuestra voluntad. Esto significa que deberíamos llevar a la práctica lo que el Espíritu Santo nos induce a hacer en nuestras vidas, en lugar de seguir los deseos de la carne.
La diferencia que el Espíritu Santo puede hacer en la vida del creyente se demuestra en la vida de Pedro, quien antes de ser lleno del Espíritu Santo, negó a Jesús tres veces, habiendo dicho antes que seguiría a Cristo hasta la muerte. Una vez lleno del Espíritu, Pedro habló del Salvador a los judíos en Pentecostés de manera fuerte y abierta.
Uno camina en el Espíritu tratando de no bloquear lo que él mismo nos induce a hacer (“sin apagar al Espíritu” como dice en 1ª Tesalonicenses 5:19) y buscar más bien, ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18-21). ¿Cómo se llena uno del Espíritu Santo? Primero, es elección de Dios igual que lo era en el Antiguo Testamento. Dios elegía a individuos específicos en el Antiguo Testamento para llenar a estos individuos que él escogía para llevar a cabo una obra que él los quería hacer (Génesis 41:38; Éxodo 31:3; Números 24:2; 1ª Samuel 10:10; etc.) En Efesios 5:18-21 y Colosenses 3:16, hay evidencia de que Dios escoge llenar a aquellos que se están llenando de la Palabra de Dios. De manera que eso nos lleva a nuestro siguiente recurso.
(2) La Palabra de Dios, la Biblia – 2ª Timoteo 3:16-17 dice que Dios nos ha dado Su Palabra para equiparnos para cada buena obra. Esto nos enseña cómo vivir y qué creer, nos revela cuando hemos escogido senderos erróneos, nos ayuda a regresar al sendero correcto, y nos ayuda a permanecer en ese sendero. Como nos comparte Hebreos 4:12, la Palabra es viva y eficaz, y capaz de penetrar en nuestros corazones, para arrancar los problemas más profundos que humanamente hablando no se pueden vencer. El salmista habla acerca de este poder que puede cambiar vidas en Salmos 119:9, 11, 105 y otros versículos. A Josué se le dijo que la clave del éxito para vencer a sus enemigos (una analogía para nuestra batalla espiritual) no era olvidar este recurso, sino más bien meditar en la Palabra día y noche, de manera que pudiera cumplirlo. Él lo hizo, aún cuando lo que Dios le ordenó no tenía sentido militar, y esta fue la clave para su victoria en Su lucha por obtener la Tierra Prometida.
Este comúnmente es un recurso que lo tratamos de manera trivial. Damos prueba de ello al llevar nuestras Biblias a la iglesia o leer el devocionario diario o un capítulo diario, pero fallamos en memorizarla, en meditar en ella, en buscar la aplicación para nuestras vidas, en confesar los pecados que nos revela, en adorar a Dios por los dones que revela habernos dado. A menudo nos volvemos, o anoréxicos o bulímicos cuando se trata de la Biblia. Al alimentarnos de la Palabra, aspiramos lo suficiente como para mantenernos vivos espiritualmente, pero lo hacemos solamente cuando vamos a la iglesia (pero nunca ingerimos lo suficiente para ser cristianos saludables y prósperos); o a menudo nos alimentamos, pero nunca meditamos el tiempo suficiente, como para obtener de ella una nutrición espiritual.
Si usted no ha hecho un hábito de estudiar la Palabra de Dios sobre una base diaria de una manera significativa, y de memorizarla mientras pasa a través de los pasajes que el Espíritu Santo deja grabado en su corazón, es importante que desde ya comience a hacer de ello un hábito. También le sugiero comenzar un diario (puede ser en el computador si usted puede tipiar más rápido que escribir) o en un cuaderno espiral, etc. Tenga como un hábito no dejar la Palabra de Dios hasta que haya escrito algo que lo beneficie. A menudo, yo anoto oraciones que hago a Dios, pidiéndole que me ayude a cambiar en las áreas en las que El también me ha pedido hacer. ¡La Biblia es la herramienta que utiliza el Espíritu en nuestras vidas y en las vidas de otros (Efesios 6:17), una parte indispensable y primordial de la armadura que Dios nos da, para pelear nuestras batallas espirituales (Efesios 6:12-18)!
(3) La oración – Este es otro recurso esencial que Dios ha dado. Nuevamente, este es un recurso que los cristianos mencionan pero no lo ponen en práctica, le dan un uso muy pobre. Tenemos reuniones de oración, tiempos de oración, etc., pero no encontramos el uso que le daba a ella la iglesia de la antigüedad, como puede ver en estos ejemplos en Hechos 3:1; 4:31; 6:6; 13:1-3, etc. Pablo repetidamente menciona cómo oró por aquellos a quienes ministró. Nosotros tampoco utilizamos de la manera correcta este gran recurso que está a nuestra disposición. Pero Dios nos ha dado promesas maravillosas concernientes a la oración (Mateo 7:7-11; Lucas 18:1-8; Juan 6:23-27; 1ª Juan 5:14-15, etc.). ¡Y nuevamente Pablo incluye esto, en su pasaje referente a cómo prepararse para la batalla espiritual (Efesios 6:18)!
¿Cuán importante es esto? Al observar nuevamente a Pedro, se puede ver palabras de Cristo para él en el Huerto de Getsemaní antes de que lo negara. Ahí, mientras Jesús está orando, Pedro está durmiendo. Jesús lo despierta y dice, “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). Usted, como Pedro, quiere hacer lo que es correcto, pero no encuentra la fortaleza. Necesitamos seguir la recomendación de Dios de mantenernos buscando, llamando, pidiendo… y El va a darnos la fortaleza que necesitamos (Mateo 7:7). Pero necesitamos no solamente mencionar, sino poner en práctica este recurso.
No estoy diciendo que la oración es mágica. No lo es. Dios es formidable. La oración es simplemente reconocer nuestras propias limitaciones, y el poder inagotable de Dios, y volvernos a El por esa fuerza, para hacer lo que EL quiere que hagamos (no lo que NOSOTROS queremos hacer) (1ª Juan 5:14-15).
(4) La Iglesia - Nuevamente, este último recurso es uno que tendemos a ignorar. Cuando Jesús envió a Sus discípulos, los envió de dos en dos (Mateo 10:1). Cuando leemos acerca de los viajes misioneros en el libro de los Hechos, vemos que no salía un misionero a la vez, sino en grupos de dos o más. Jesús dijo que donde están dos o tres congregados en Su nombre, allí está El en medio de ellos (Mateo 18:20). El nos manda a no dejar de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24-25). El nos manda confesar nuestras ofensas unos a otros (Santiago 5:16). En la literatura acertada del Antiguo Testamento, se nos dice que hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo (Proverbios 27:17) “Cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Hay fortaleza en el número (Eclesiastés 4:11-12).
Pregunta: "¿Por qué yo no debería cometer suicidio?"
Mi corazón acompaña a aquellos que tienen pensamientos de terminar con sus propias vidas a través del suicidio. Si al momento ese es usted, debe experimentar muchas emociones tales como, sentimientos de desesperanza y desesperación. Usted puede sentirse como que está en el foso más profundo, y duda que haya un rayo de esperanza, de que eso puede mejorar. A nadie parece, o importarle, o entender de dónde viene usted. Simplemente, la vida no vale vivirla… ¿o sí?
Emociones debilitantes son experimentadas por muchos, en uno u otro tiempo. Cuando estaba en un hoyo emocional, a mi mente venían preguntas como, “¿Podría alguna vez ser la voluntad del Dios quien me creó?” “¿Es Dios demasiado pequeño para ayudarme?” “¿Son mis problemas demasiado grandes para El?”
Me complace decirle, que si usted se toma unos pocos minutos y considera permitir que Dios verdaderamente sea Dios en su vida ahora mismo, El va a probar justamente, ¡cuán grande es El en realidad! “Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Tal vez cicatrices de las heridas del pasado, han resultado en un abrumador sentido de rechazo o abandono. Eso puede conducir a pensamientos o caminos de autocompasión, enojo, amargura, deseos de venganza, temores enfermizos, etc., eso ha causado problemas en algunas de sus relaciones más importantes. Sin embargo, el suicidio serviría solamente para traer devastación a los seres queridos a quienes nunca intentó herir; cicatrices emocionales con las que van a tener que tratar el resto de sus vidas.
¿Por qué no debería cometer suicidio? Amigo, no importa cuán malas estén las cosas en su vida, hay un Dios de amor que le está esperando, para que le permita guiarle a través de su túnel de la desesperación, y conducirlo hacia Su luz maravillosa. Él es su esperanza segura. Su nombre es Jesús.
Este Jesús, el inmaculado Hijo de Dios, se identifica con usted en su tiempo de rechazo y humillación. El profeta Isaías, escribió de Él, “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió él nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga (azote) fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:2-6).
¡Amigo, Jesucristo soportó todo esto, a fin de que todos sus pecados pudieran ser perdonados! Sepa que cualquier peso de culpa que cargue con usted, El va a perdonarlo, si humildemente se arrepiente (vuélvase de sus pecados a Dios). “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás (Salmos 50:15). Nada que alguna vez haya hecho, es demasiado malo como para que Jesús lo perdone. Algunos de sus siervos escogidos en la Biblia cometieron pecados flagrantes, como asesinato (Moisés), adulterio (Rey David), y abuso físico y emocional (Apóstol Pablo). No obstante, encontraron perdón y una nueva vida abundante en el Señor. “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2). “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17).
¿Por qué no debería suicidarse? Amigo, Dios está dispuesto a reparar lo que se ha “roto”… concretamente, la vida que tiene ahora, que quiere terminarla con el suicidio. El profeta Isaías escribió: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos… se les de gloria (la corona de la belleza) en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” (Isaías 61:1-3).
Venga a Jesús, y permítale restaurar su gozo y comodidad, mientras confía en Él para comenzar una nueva obra en su vida. “Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente” “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:12, 15-17).
¿Aceptaría al Señor como su Salvador y Pastor? El va a guiar sus pensamientos y pasos, un día a la vez, a través de Su Palabra, la Biblia. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:8). “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro” (Isaías 33:6). En Cristo todavía va a tener luchas, pero ahora va a tener ESPERANZA. El es un “amigo más unido que un hermano” (Proverbios 18:24). Que la gracia del Señor Jesús esté con usted en su hora de decisión.
Mi corazón acompaña a aquellos que tienen pensamientos de terminar con sus propias vidas a través del suicidio. Si al momento ese es usted, debe experimentar muchas emociones tales como, sentimientos de desesperanza y desesperación. Usted puede sentirse como que está en el foso más profundo, y duda que haya un rayo de esperanza, de que eso puede mejorar. A nadie parece, o importarle, o entender de dónde viene usted. Simplemente, la vida no vale vivirla… ¿o sí?
Emociones debilitantes son experimentadas por muchos, en uno u otro tiempo. Cuando estaba en un hoyo emocional, a mi mente venían preguntas como, “¿Podría alguna vez ser la voluntad del Dios quien me creó?” “¿Es Dios demasiado pequeño para ayudarme?” “¿Son mis problemas demasiado grandes para El?”
Me complace decirle, que si usted se toma unos pocos minutos y considera permitir que Dios verdaderamente sea Dios en su vida ahora mismo, El va a probar justamente, ¡cuán grande es El en realidad! “Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Tal vez cicatrices de las heridas del pasado, han resultado en un abrumador sentido de rechazo o abandono. Eso puede conducir a pensamientos o caminos de autocompasión, enojo, amargura, deseos de venganza, temores enfermizos, etc., eso ha causado problemas en algunas de sus relaciones más importantes. Sin embargo, el suicidio serviría solamente para traer devastación a los seres queridos a quienes nunca intentó herir; cicatrices emocionales con las que van a tener que tratar el resto de sus vidas.
¿Por qué no debería cometer suicidio? Amigo, no importa cuán malas estén las cosas en su vida, hay un Dios de amor que le está esperando, para que le permita guiarle a través de su túnel de la desesperación, y conducirlo hacia Su luz maravillosa. Él es su esperanza segura. Su nombre es Jesús.
Este Jesús, el inmaculado Hijo de Dios, se identifica con usted en su tiempo de rechazo y humillación. El profeta Isaías, escribió de Él, “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió él nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga (azote) fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:2-6).
¡Amigo, Jesucristo soportó todo esto, a fin de que todos sus pecados pudieran ser perdonados! Sepa que cualquier peso de culpa que cargue con usted, El va a perdonarlo, si humildemente se arrepiente (vuélvase de sus pecados a Dios). “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás (Salmos 50:15). Nada que alguna vez haya hecho, es demasiado malo como para que Jesús lo perdone. Algunos de sus siervos escogidos en la Biblia cometieron pecados flagrantes, como asesinato (Moisés), adulterio (Rey David), y abuso físico y emocional (Apóstol Pablo). No obstante, encontraron perdón y una nueva vida abundante en el Señor. “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2). “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17).
¿Por qué no debería suicidarse? Amigo, Dios está dispuesto a reparar lo que se ha “roto”… concretamente, la vida que tiene ahora, que quiere terminarla con el suicidio. El profeta Isaías escribió: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos… se les de gloria (la corona de la belleza) en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” (Isaías 61:1-3).
Venga a Jesús, y permítale restaurar su gozo y comodidad, mientras confía en Él para comenzar una nueva obra en su vida. “Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente” “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:12, 15-17).
¿Aceptaría al Señor como su Salvador y Pastor? El va a guiar sus pensamientos y pasos, un día a la vez, a través de Su Palabra, la Biblia. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:8). “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro” (Isaías 33:6). En Cristo todavía va a tener luchas, pero ahora va a tener ESPERANZA. El es un “amigo más unido que un hermano” (Proverbios 18:24). Que la gracia del Señor Jesús esté con usted en su hora de decisión.
sábado, 27 de mayo de 2017
El diseño divino: Sexo sólo dentro del matrimonio
A. El origen del sexo y del matrimonio:
- 1. Si Dios es el Creador del hombre, ¿de quién fue la idea del sexo?
- ¿Qué implica esto?
- 2. Después de crear al varón y a la mujer (con sus diferencias sexuales) y hablar de “fructificar y multiplicarse” (Génesis 1:27-28), ¿cuál fue la opinión de Dios sobre lo que había creado, incluyendo el sexo en el matrimonio? Génesis 1:31
- 3. En Génesis 2:24-25, ¿cuáles son las instrucciones que Dios mismo dió al primer matrimonio? ¿Qué implica que la idea de “ser una sola carne” estaba en vigor desde antes de la caída del hombre?
- 4. ¿Cuáles crees tú que son algunos de los propósitos divinos para el sexo dentro del matrimonio?
- Según la segunda mitad del versículo, ¿cuáles son dos usos ilegítimos del sexo?
- ¿Cómo diferencias la fornicación del adulterio? ¿Qué tienen en común?
- Según Proverbios 5:15-17, ¿cuál debe ser el nivel de exclusividad de esta relación sexual y por qué?
- ¿Qué añade 1 Corintios 7:1-5 sobre el papel legítimo del sexo?
A. Según Gálatas 5:19, ¿cuáles son algunos pecados de la carne que son prohibidos para el cristiano?
- ¿Qué más dice Colosenses 3:5-6 en cuanto a evitar tales pecados?
- ¿Cómo responderías a una persona que te dice que tales mandamientos son sólo para restringir nuestra libertad y diversión?
- ¿Cuál fue la actitud de Job en cuanto a este asunto? Job 31:1-4
D. ¿Cuál es la actitud de Dios hacia nuestras fallas? Salmo 103:8-14
- Si hemos pecado en nuestra vida sexual, ¿cuál debe ser nuestra respuesta según Salmo 32:5 y 1 Juan 1:8-2:2?
- Al recibir el perdón de Dios, ¿cuál debe ser nuestra conducta? 1 Juan 2:3-6
A. 1 Timoteo 5:2 dice que debemos tratar a toda persona que no sea nuestro cónyuge como a un hermano o a una hermana. ¿Cuáles límites físicos te gustaría ver en la relación entre tu hermana y su novio?
- En un noviazgo cristiano, los novios son “hermanos en el Señor” hasta casarse. ¿Cómo debe limitar esto la intimidad física entre los novios
C. Escribe por lo menos diez cosas bajo cada columna:
- Razones para mantener la pureza
- Consecuencias de la inmoralidad
Amores humanos (Las palabras griegas: Storgos, Eros y Philos)
La Biblia habla de cuatro tipos de amor. Los humanos podemos experimentar tres tipos sin conocer a Dios. Son parte de la experiencia humana y muy buenos cuando funcionan como deben. Pero si “el amor” es nuestra meta, estos tres tipos llegan a ser nuestros dioses, y así se destruyen tanto a sí mismos como a nosotros. Son buenos como resultados de la vida normal, pero pésimos como propósitos para nuestra vida.
A. Storgos: La palabra griega para “afecto natural”. Es un amor casi universal de querer proteger o ayudar. Se enfoca principalmente sobre asuntos de solidaridad y necesidad. Es un amor que da, pero también tiene que sentirse apreciado. Es un sentido de preservación mutua más que de moralidad. Ejemplos: un animal protegiendo a su cría, la lealtad y el servicio entre padres e hijos, el deseo de ayudar a un desconocido en apuros.
- 1. ¿Cuáles serían otros ejemplos del amor storgos?
- 2. Romanos 1:31 y 2 Timoteo 3:3 hablan de personas “sin afecto natural”.
- ¿ Cuáles son algunas características de personas “sin storgos”?
- 3. ¿Cómo debe manifestarse el storgos?
- 1. Según Cantar de los Cantares 2:3-6, 7:6-9 y 8:6-7, ¿cuáles son algunas de las características de este amor eros?
- 2. ¿Qué se requiere para experimentar este amor en cuanto a otra persona?
- 3. ¿Cuáles son los peligros de basar un matrimonio en este amor?
- 4. ¿Qué puede aportar el amor eros al matrimonio?
- 1. De los siguientes versículos, anota atributos del philos:
- Lucas 15:6,9
- Lucas 23:12
- Juan 15:13-15
- Hechos 10:24,33
- Romanos 12:10
- 3 Juan 15
- Apocalipsis 3:19
- 2. ¿Cuáles deben ser las características de una buena amistad?
Este amor es absoluto y proviene sólo de Dios. El amor agape no espera una recompensa, como los otros tipos, ni siquiera aceptación propia. Al contrario se preocupa primero por la otra persona. Se sacrifica y da de sí mismo sin importar la respuesta del otro. Es un amor que busca el mayor bien del otro cueste lo que cueste. Es el mismo amor de Cristo.
A. Para entender el amor divino, tenemos que empezar con la persona de Cristo. ¿Cómo demuestra Dios este amor en los siguientes versículos?
- Juan 3:16
- Romanos 5:5-8
- 1 Juan 4:7-10 y 19
- 1. ¿Qué más te llama la atención del agape en este capítulo?
- 2. Define las siguientes palabras de 1 Corintios 13:4-7 y explica su importancia dentro de la relación matrimonial:
- Ser sufrido
- Ser benigno
- No tener envidia
- No ser jactancioso
- No envanecerse
- No hacer nada indebido
- No buscar lo suyo
- No irritarse
- No guardar rencor
- No gozarse de la injusticia
- Gozarse de la verdad
- Soportarlo todo
- Creerlo todo
- Esperarlo todo
- No debilitarse
- 3. Lee 1 Corintios 13:4-7 poniendo el nombre “Jesucristo” en vez de “amor”. ¿Qué te impresiona de haber hecho esto?
- 4. Lee en voz alta 1 Corintios 13:4-7 poniendo tu propio nombre en vez de “amor”. ¿Qué necesitas para poder amar más?
- 5. ¿Cómo puedes aplicar I Corintios 13 a tu vida?
Dios promueve el matrimonio
A. Según Génesis 2:18, ¿por qué creó Dios el matrimonio?
Partiendo de este hecho, podemos ver que para la gran mayoría de los hombres, la voluntad de Dios es casarse. Por eso, es muy importante saber lo que Dios dice acerca del matrimonio y como prepararnos para él.
B. En el Cantar de los Cantares, un poema de amor, la enamorada hace una advertencia tres veces (versos 2:7, 3:5 y 8:4):
- ¿Qué aconseja ella en cuanto a enamorarse?
- ¿Por qué crees que la Biblia da este consejo?
- Según Proverbios 24:27, ¿cuál puede ser una razón para no entrar en un compromiso matrimonial precipitadamente?
- Romanos 12:2
- Jeremías 29:11
- El mundo piensa que seguir a Dios es perder las cosas buenas de la vida. Pero, ¿qué afirma la Biblia sobre Dios como fuente de lo bueno?
- Proverbios 18:22
- Salmo 16:11
- Salmo 34:8-10
- Salmo 84:11
- Santiago 1:17
- Esdras 8:22 “La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; más su poder y su furor contra todos los que le abandonan.”
- 2 Crónicas 30:18 “Yahvé, que es bueno, sea propicio a todo aquel que ha preparado su corazón para buscar a Dios.”
- Lamentaciones 3:24-25 “Mi porción es Yahvé, dijo mi alma; por tanto en él esperaré. Bueno es Yahvé a los que en él esperan, al alma que le busca .”
- Mateo 7:11 “Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a quienes se las pidan?”
- Mateo 6:33 “Mas busquen primeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas cosas les serán añadidas.”
- ¿Dónde dice Proverbios 19:14 que se puede encontrar una buena esposa?
- ¿Cómo relacionas esta verdad con Mateo 6:33?
- Al considerar el matrimonio, ¿cuáles consejos da 1 Corintios 7:32-35?
II. La necesidad de casarse con un Cristiano comprometido
A. ¿Qué afirman Proverbios 21:9 y 25:24 en cuanto a casarse equivocadamente?
- Según Proverbios 31:30, ¿cuáles son los atributos más importantes?
- ¿Por qué sería un “yugo desigual” casarte con una person no comprometida a Cristo? (Ver Deuteronomio 22:10)
- Escribe en tus propias palabras la enseñanza de este pasaje en cuanto a casarte con una persona no entregada al Señor:
- Exodo 34:14-16
- Deuteronomio 7:1-4
- Josué 23:12-13
- Esdras 9:14
Según 1 Reyes 11:1-11 y Nehemías 13:25-27, ¿cuál fue?
E. ¿Cómo explicarías a alguien que por su bondad (y no crueldad) Dios nos prohibe casarnos con una persona no entregada a Cristo?
jueves, 25 de mayo de 2017
"¿Qué significa andar en el Espíritu?"
Los creyentes tienen el Espíritu de Cristo, la esperanza de gloria, dentro de ellos (Colosenses 1:27). Aquellos que andan en el Espíritu lo mostrarán cotidianamente, en constante santidad. Esto se deriva del haber elegido conscientemente por la fe, confiar en el Espíritu Santo para ser guiados en pensamiento, palabra, y acciones (Romanos 6:11-14). La negligencia de depender de la guía del Espíritu Santo, resultará en un creyente que no viva a la altura del llamado y a la posición que provee la salvación (Juan 3:3; Efesios 4:1; Filipenses 1:27). Podemos saber que estamos andando en el Espíritu si nuestras vidas muestran el fruto del Espíritu, el cual es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gálatas 5:22-23). Andar en el Espíritu es lo mismo que permitir que la Palabra de Cristo, (la Biblia), more en abundancia en nosotros (Colosenses 3:16).
El resultado es agradecimiento, alabanzas y gozo (Efesios 5:18-20; Colosenses 3:16). Los hijos de Dios serán guiados por el Espíritu de Dios (Romanos 8:14). Cuando los cristianos eligen no andar en el Espíritu, y por lo tanto pecan, contristándolo, se ha provisto su restauración a través de la confesión de sus pecados (Efesios 4:30; 1 Juan 1:9). “Andar en el Espíritu” es seguir la guía del Espíritu. Es en esencia “caminar con” el Espíritu, permitiéndole que guíe tus pasos y transforme tu mente. Para resumir, así como hemos recibido a Cristo por fe, Él nos pide que andemos en Él por la fe, hasta que seamos llevados al cielo y escuchemos del Maestro, “¡Bien hecho!” (Colosenses 2:5; Mateo 25:23)
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