viernes, 19 de mayo de 2017
"¿Debería un cristiano tomar un seguro?"
Los cristianos batallan con frecuencia con la cuestión de que si el contratar un seguro demuestra una falta de fe. Esta es una lucha saludable y los creyentes necesitan examinar las Escrituras para obtener una respuesta que puedan defender bíblicamente.
Primero, acordemos que el asegurarse no está específicamente mencionado en la Biblia. Si algo no está específicamente mencionado en la Palabra de Dios, entonces debemos obtener información de los principios y la enseñanza de todo el testimonio de la Escritura. Después de colectar todos los principios de la Escritura que puedan aplicarse, diferentes creyentes pueden llegar a diferir en convicciones personales. Romanos capítulo 14 nos dice que tales situaciones nos llaman a permitir que otros elijan de manera diferente en sus convicciones, y que debemos respetarlo. En el mismo capítulo también está escrito que los creyentes tienen una responsabilidad de decidir por ellos mismos (Romanos 14:5). La redacción del texto indica que se nos pide que hagamos un concienzudo estudio de la Palabra de Dios, y luego tomar nuestras decisiones sobre lo que Dios quiere que hagamos como una convicción personal. Debemos notar que el verso final del mismo capítulo de Romanos 14, declara que cualquier cosa que decidamos debe estar basada en la fe.
¿Cuáles son algunos de los principios? Debemos obedecer a las autoridades que están sobre nosotros. Por lo tanto, se nos pide tener un seguro de automóvil. Debemos cuidar de nuestras familias. Por eso, debemos planear anticipadamente para el beneficio futuro de nuestras familias. Esto habla de ahorrar para las necesidades futuras, tales como ropa, colegiaturas e imprevistos. Esto también pudiera incluir el planear cubrir las necesidades médicas por medio de la obtención de un seguro. Esto también puede incluir prepararnos para el indeseable e imprevisto deceso de un padre. El seguro de vida puede ser visto como una falta de fe, amor al dinero, planeación prudente, o posiblemente una sabia administración del dinero. La convicción y condición de cada persona puede diferir en estas áreas. Dios ciertamente apoya la planeación anticipada. La historia de José y su sabia planeación no sólo salvó a la nación pagana de Egipto, sino también al pueblo de Israel y al linaje de Cristo (Génesis 41).
La conclusión es que debemos estudiar la Palabra de Dios y acudir a Él para preguntarle qué es lo que debemos hacer en ésta y todas las áreas de la vida. Hebreos 11:6 declara que sin fe, es imposible agradar a Dios.
Esta es la verdadera pregunta, “¿Complacerá esto a mi Padre celestial?” Otro verso a considerar es Santiago 4:17 el cual deja muy en claro que si tenemos la oportunidad de hacer el bien, no sólo podemos sino debemos hacerlo; si no, es pecado. El contexto aquí está hablando acerca de la planeación y del futuro, y es una buena lectura para alguien que esté luchando con esta situación. Otro verso que trata este problema es 1 Timoteo 5:8, el cual dice claramente que si queremos ministrar a otros, debemos comenzar con nuestras propias familias. También establece que el hombre tiene la responsabilidad de cuidar de las necesidades físicas pasadas, presentes y futuras de su familia.