jueves, 4 de mayo de 2017
"¿Cómo trabajan conjuntamente la soberanía de Dios y el libre albedrío del hombre en la salvación?"
Es imposible para nosotros comprender totalmente la relación entre la soberanía de Dios y la libre voluntad del hombre. Sólo Dios sabe realmente cómo funcionan juntos estos dos factores.
La Escritura es clara en cuanto a que Dios sabe quién será salvo (Romanos 8:29; 1 Pedro 1:2). Efesios 1:4 nos dice que Dios “nos escogió en Él antes de la fundación del mundo...” La Biblia describe repetidamente a los creyentes como los “escogidos” (Romanos 8:33; 11:5; Efesios 1:11; Colosenses 3:12; 1 Tesalonicenses 1:4; 1 Pedro 1:2; 2:9) y “elegidos” (Mateo 24:22, 31; Marcos 13:20, 27; Romanos 11:7; 1 Timoteo 5:21; 2 Timoteo 2:10; Tito 1:1; 1 Pedro 1:1). El hecho de que los creyentes hayan sido predestinados (Romanos 8:29-30; Efesios 1:5, 11) y elegidos (Romanos 9:11; 11:28; 2 Pedro 1:10) para salvación, está claramente establecido.
La Biblia también dice que tenemos libertad de elección – todo lo que tenemos que hacer es creer en Jesucristo y seremos salvos (Juan 3:16; Romanos 10:9-10). Dios sabe quién será salvo, Dios elige a quienes han de ser salvos, y nosotros debemos elegir a Cristo para ser salvados. ¿Cómo es que estos tres factores trabajan juntos? Es imposible para una mente finita como la nuestra el poder comprenderlo (Romanos 11:33-36). Nuestra responsabilidad es llevar el Evangelio a todo el mundo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8). Debemos dejar la presciencia, elección y predestinación a Dios y simplemente ser obedientes en compartir el Evangelio.